bicada a 100 kilómetros de Montevideo y a 30 kilómetros de Punta del Este, Piriápolis es una ciudad que ofrece una inmejorable conjunción de mar, naturaleza, paz y buenos servicios.

Piriápolis es el primer balneario de veraneo que se estableció en Uruguay, un remanzo de paz junto al mar, algo así como una versión más relajada de Punta del Este.

La belleza paisajística y las diversas posibilidades de sus ofertas, con una extensa franja de playas de arenas blancas, aguas tranquilas y una excepcional rambla al más puro estilo europeo.

Rodeada por frondosos bosques de pinos y eucaliptus, cerros y colinas que se realzan majestuosos abrazando la ciudad, reservas de fauna y flora autóctonas realmente imperdibles.

Las playas marítimas de Piriápolis son muy concurridas. En tan solo 25 kilómetros de costa podemos recorrer un panorámico camino visitando diversos balnearios muy distintos entre sí. La oferta abarca todos los gustos, desde playas ideales para quienes buscan la paz y la tranquilidad, como así también para quienes disfrutan con la práctica de deportes, como la pesca o el surf. Las hay de arenas blancas, poco profundas y resguardas de los vientos oceánicos por los cerros, de aguas cálidas y transparentes, como así también de fondo rocoso, solitarias e ideales para los amantes de la privacidad.

La belleza arquitectónica y la naturaleza de Piriápolis también se prestan para el disfrute y se hacen notar en la escencia de este balneario. La cantidad de paseos que encontramos en Piriápolis es bastante amplia, algunos tan clásicos como la calle principal o la hermosa rambla que nos hace recordar las bellas ciudades europeas. Aunque los principales paseos podríamos asegurar que se encuentran ubicados en los cerros y en los distintos tipos de reservas naturales que encontramos en las inmediaciones cercanas al balneario.