Dover es una agradable mezcla de lo viejo y lo nuevo. Situada en el sur de la Costa Este de Inglaterra, en el valle del río Tour, es el centro administrativo del distrito Dove, en el condado de Kent. Y una de las ciudades más visitadas en Inglaterra debido en gran parte a los millones de personas que cruzan por allí el Canal Inglés, haciendo de Dover la terminal de ferry más activa del mundo, y conocida como un alto en el camino para la navegación y el tráfico entre Francia e Inglaterra.

Si bien la mayoría de los viajeros se dirigen directamente al puerto para abordar el transbordador, Dover es digno de dedicarle una larga visita, ya que se trata de una bulliciosa ciudad con un buen centro comercial, un floreciente escenario cultural, fascinantes sitios históricos y una animada vida nocturna.

A bordo del ferry, se deslumbrará por los mundialmente famosos White Cliffs o Acantilados Blancos de Dover, el primer vislumbre de Inglaterra vista por los pasajeros que llegan del continente. Estos impresionantes acantilados de tiza cuentan con muchos diferentes tipos de fauna y flora, y en un día claro pueden apreciarse a través del mar desde las costas francesas!

De paseo, el primer lugar que se recomienda visitar es el Dover Castle, un castillo a 375 metros sobre el nivel del mar. Dentro del recinto se destacan los restos de un faro romano, de la fortaleza de Sajonia y la iglesia de St. Mary in Castro. Durante la guerra civil (1642-46), el castillo fue confiscado por los parlamentarios y permaneció bajo el control de Cromwell hasta la restauración del rey Carlos II, lo que hizo posible que se mantuviera intacto, a diferencia de la mayoría de los demás castillos ingleses.

La ciudad cuenta con decenas de lugares de interés, incluyendo el antiguo Maison Dieu, originariamente un hospicio para los peregrinos, la iglesia parroquial de St. Mary-the-Virgin y la pequeña capilla de St. Edmundo, consagrada en 1253. Otro lugar para visitar es el Dover Museum, en Market Square, donde se exhibe la historia de la ciudad, desde los celtas hasta pasada la Segunda Guerra Mundial; y el Crabble Mill, que exhibe un restaurado molino de agua con el interés añadido de una galería de arte. Si te gustan los parques no puedes irte sin visitar el Connaught Park, los Jardines de Granville, frente al mar, Kearsney Abbey, Bushy Ruff y Russell Gardens.

En la gastronomía se destaca el exquisito té inglés con nata, muy popular en salones de té, en los pueblos de balneario en el sur de la costa, como es el caso de Dover. En general, se compone de scones, mermelada, mantequilla, nata montada y, por supuesto, té inglés.

En la noche puede disfrutar de los célebres pubs ingleses, donde se puede encontrar la mayor variedad de cervezas inglesas, desde las más solicitadas como las bitter y larger, pasando por la stout, pale ale, brown ale y hasta sidra, todas bebidas muy populares allí. Si quiere pasar un buen rato y disfrutar del ambiente de un tradicional pub inglés se recomienda The Bull Inn, en 168 London Road y el The White Horse en St. James Street esquina Castle Hill Road.